La oculta visión de Malkuth en los cuatro Elementos nos da una preciosa clave. Tal
como nos es conocida, deberíamos ver la materia como siendo la Tierra de Malkuth. Los diferentes tipos de actividad fisica en las masas o moléculas pueden ser clasificados en los dos rubros del anabolismo y catabolismo, es decir, construcción y destrucción de los sistemas: dicho en otras palabras correspondientes al esoterismo, pueden ser considerados como el Aire y el Agua de Malkuth; y todo lo que la filosofía oculta o la mitología pagana pueden decir de esos dos elementos será aplicable a este doble proceso o función metabólica. El Fuego de Malkuth es ese sutil aspecto electromagnético de la materia que la une a los fenómenos de la consciencia y de la vida, a los cuales se refieren todos los mitos de la vida. Cuando se admite este principio de clasificación, la terminología de los alquimisttas resulta menos abstrusa y absurda, porque entonces se ve que en realidad la clasificación de cuatro Elementos se refiere a cuatro modos de manifestación en el plano físico. Esta manera de clasificar es de gran valor, porque permite comprender rápidamente la relación y la correspondencia entre el plano físico y los procesos subyacentes de la vida. Es particularmente importante para el estudio de la fisiología y de la patología, y su aplicación práctica es una clave capital de la terapéutica. Los físicos más avanzados comienzan a percibir una ruta hacia esas nociones desconocidas, y actualmente las clasificaciones de Paracelso son citadas por algunas autoridades médicas. Se presta atención al nuevo concepto de la diátesis, o predisposición constitucional. También la psicoterapia advierte que la antigua clasificación en cuatro temperamentos le da indicaciones útiles, y que el éxito no sigue un trato uniforme en todos los casos dados; como tampoco los mismos resultados no acompañan siempre las mismas causas en la región del espíritu, pues interviene el temperamento, el cual modifica los efectos. Por ejemplo, la apatía, para un temperamento flemático, puede significar sólo un profundo aburrimiento; mientras que en el mismo grado, en un temperamento sanguíneo, significa el aniquilamiento de toda la personalidad. Las analogías entre las cosas físicas y las mentales pueden conducir a grandes errores; mientras que, a la inversa, las analogías entre las cosas mentales y físicas pueden engendrar una gran luz.
Dion Fortune . La Cabala Mistica .