Plutarco, sacerdote de Apolo, insinúa la dual modalidad del fluido oracular (gas subterráneo mezclado con
substancias intoxicantes de propiedades magnéticas), en el siguiente apóstrofe: “¿Quién eres tú? Sin que Dios te hubiese creado y puesto en vigor; sin el espíritu que por orden de Dios te rige y gobierna serías impotente. Nada podrías hacer porque por ti mismo eres vano soplo” (52). Así también, sin la inteligencia dominante fuera vano soplo la fuerza psíquica.
H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .