Puedes continuar cambiando esposas, pero a menos que el marido cambie, no hay

un verdadero cambio. Solamente nombres que cambian, porque este hombre era el que elegía. A él le gusta una determinada cara, una determinada nariz, unos ojos determinados, una forma de ser determinada.

Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .

Índice