¿Qué es, entonces, la meditación? ¿Es un esfuerzo consciente? Ustedes meditan conscientemente, practican a fin
de lograr algo: lograr una mente quieta, lograr una sensación de estímulo del cerebro. ¿Qué diferencia hay entre ese meditador y el hombre que dice: “Necesito dinero, de modo que trabajaré para ello”? ¿Qué diferencia hay entre ambos? Los dos están buscando lograr algo. Uno se llama logro espiritual, el otro, logro mundano; ambos están en la línea del logro. Para quien les habla, eso no es meditación en absoluto; ningún deseo consciente, deliberado, activo, con la voluntad que lo acompaña, es meditación. Por lo tanto, uno tiene que preguntarse si existe una meditación que no tenga su origen en el pensamiento. ¿Hay una meditación de la que uno no esté consciente? ¿Comprenden todo esto? Cualquier proceso deliberado de meditación no es meditación. ¡Eso es tan obvio! Ustedes podrán sentarse con las piernas cruzadas por el resto de sus vidas, podrán respirar y todas esas cosas y no llegarán en modo alguno cerca de lo otro, porque ésa es una acción deliberada para lograr un resultado la causa y el efecto-. Pero el efecto se convierte en la causa, y así quedan atrapados en un círculo. ¿Existe una meditación que no sea producto del deseo, de la voluntad, del esfuerzo? Quien habla dice que existe. Ustedes no tienen que creerlo; por el contrario, tienen que ponerlo en duda, tienen que cuestionarlo, como uno mismo lo ha cuestionado, lo ha puesto en duda, lo ha descartado. ¿Existe una meditación no planeada, no organizada? Para investigarlo, uno tiene que entender el cerebro, el cerebro que está condicionado, que es limitado y trata de comprender lo ilimitado, lo inconmensurable, lo intemporal (si es que existe algo como lo intemporal). Y por eso es importante comprender el sonido. El sonido y el silencio marchan juntos.
Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .