No contento con haber causado todo este mal a sí mismo y a su víctima,
el murmurador hace cuanto puede por asociar a otros a su delito. Les narra con ardor su maligna historia con la esperanza de que la crean; y aquellos se unen a él para acumular malos pensamientos sobre la desgraciada víctima. Y esto se repite día tras día y es hecho no por una sola persona sino por millares. ¿Comienzas ahora a comprender cuán bajo, cuán terrible es este pecado? Debes evitarlo por completo.
Alcione J. Krishnamurti . A los Pies del Maestro .