Éste es el momento en que el hombre nuevo, lo mismo que los discípulos del

reparador, va a ir a predicara los pueblos y ciudades de Israel que es el hom- bre. Este es el momento en que, en el nombre del espíritu, podrá seguir la huella de los doce discípulos, desarrollando en sí los dones que destacaron en los doce enviados por el reparador. Ofrecerá en sí mismo un reflejo de esta decisión, en razón del poder secreto y de la operación continua, aunque invisi- ble, de una antigua ley que ha establecido primitivamente doce canales para la comunicación de la luz, del orden y de la medida entre las naciones, ley a la que todos los dispensadores de las leyes divinas han sido fieles, que ha sido observada en todos los tiempos, incluso de la parte de los mismos sectarios de las ciencias elementales que han consagrado de forma general doce signos en las regiones del firmamento material.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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