La evolución de la materia se desarrolla gradualmente, siendo a su vez complementada por la
lenta acción de la in¬terna cualidad subjetiva de la vida de Dios, cuya esencial na-turaleza queda así demostrada. Primeramente, tenemos un aspecto, luego otro y finalmente un tercero, teniendo así la maravillosa combinación y consumación, el ser humano, que sintetiza los tres aspectos y es la totalidad de los divinos atributos, aunque todavía muy embrionarios, y que debe re¬petir en su ciclo evolutivo el idéntico proceso seguido por el átomo. Así como el átomo sigue su curso interno y posterior-mente debe ser atraído por otros átomos, para fusionarse y mezclarse y formar un grupo, análogamente el átomo hu¬mano debe hallar el lugar que le corresponde dentro de una forma mayor.
Alice A. Bailey . La Conciencia del Átomo .