Una mente seria conoce sus propias limitaciones, se da cuenta de su propia mediocridad, estupidez,

cólera, celos, ambiciones; y, habiéndolas comprendido, se queda quieta, sin buscar, sin desear, sin tratar de alcanzar nada más. Sólo una mente así ha producido orden en sí misma y está por eso quieta; y sólo una mente así puede tal vez recibir algo que no es producto de la mente.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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