MÁGICO. – Antiguamente era título de nombradía y distinción, pero hoy se corrompido su verdadero

significado. En otro tiempo fue sinónimo de honroso, respetable, instruido y docto. El clero ha convertido este título en epíteto degradante que el vulgo supersticioso aplica a los brujos embusteros, impostores y charlatanes que “venden el alma al diablo” y abusan de sus facultades psíquicas, sin advertir que Moisés fue mágico y al profeta Daniel se le llamó “príncipe de los magos, de los encantadores y agoreros” (38). La palabra mágico se deriva etimológicamente de magh, mah o mahâ que significa grande y se aplicó a los sacerdotes versados en la ciencia esotérica.

H.P. Blavatsky . Isis sin Velo. Tomo 1 .

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