Todos vemos la importancia de que la violencia llegue a su fin. Y ¿de qué

modo puedo yo, como individuo, estar libre de la violencia, no sólo superficialmente, sino internamente y de manera total, completa? Si el ideal de no-violencia no liberará de la violencia a la mente, ¿ayudará, entonces, a disolver la violencia el hecho de que analicemos su causa? Después de todo, éste es uno de nuestros principales problemas, ¿no es así? Todo el mundo se halla atrapado en la violencia, en las guerras; la estructura misma de nuestra sociedad adquisitiva es esencialmente violenta. Y si usted y yo como individuos hemos de estar libres de la violencia totalmente libres, en lo interno, no sólo superficial o verbalmente-, entonces, ¿cómo procede uno al respecto sin volverse egocéntrico? Comprende el problema, ¿no es así? Si me intereso en liberar de la violencia a la mente y practico una disciplina con el fin de controlar la violencia y cambiarla en no-violencia, es obvio que eso origina un pensar y una actividad que se centran en el ego, porque mi mente está concentrada todo el tiempo en desembarazarse de una cosa y adquirir otra. No obstante, veo la importancia de que la mente esté por completo libre de violencia. Entonces, ¿qué he de hacer? No es cuestión de cómo hace uno para no ser violento. El hecho es que somos violentos, y preguntar: «¿Cómo hago para no ser violento?», lo único que consigue es crear el ideal, que a mí me parece algo completamente inútil. Pero si uno es capaz de mirar la violencia y comprenderla, entonces quizás haya una posibilidad de resolverla totalmente.

Jiddu Krishnamurti . El Libro de la Vida .

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