Hombre nuevo, si hay en ti un pueblo que te acusa y te condena, también
habrá en ti quienes se compadecerán de tu suerte y llorarán al ver que te tratan como a un malvado; pero tú te volverás hacia este pueblo y le dirás: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí, sino por vosotras mismas y por vuestros hijos, pues se acerca el tiempo en que se dirá: dichosas las estériles y las entrañas que no han dado hijos y los senos que no los han alimentado. Entonces empezarán a decir a las montañas caed sobre nosotros, y a las colinas, cubridnos. porque, si se trata así a la leña verde, ¿qué se hará con la seca?».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .