Según un enorme número de mitos primitivos, el hombre ha salido de la piedra. Tal

tema se ve probado en las grandes civilizaciones de la América Central (Inca, Maya), tanto como en las tradiciones de ciertas tribus de América del Sur, entre los griegos, los semitas, en el Cáucaso y, en general, desde el Asia Menor hasta Oceanía. Deucalión arrojaba los «huesos de su madre» por encima del hombro «para repoblar el mundo». Estos «huesos» de la Madre Tierra eran piedras, y representaban el Urgrund, la realidad indestructible, la matriz de donde había de salir una nueva humanidad. En los numerosos mitos de dioses nacidos de la petra penitrix asimilada a la Gran Diosa, a la matrix munii, tenemos la prueba de que la piedra es una imagen arquetípica que expresa a la vez la realidad absoluta, la vida y lo sagrado. El Antiguo Testamento conservaba la tradición paleosemita del nacimiento del hombre de las piedras, pero aún resulta más curioso ver el folklore cristiano recogiendo esta imagen en un sentido aún más elevado, aplicándola al Salvador; algunas leyendas navideñas rumanas hablan del Cristo que nace de la piedra.

Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .

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