En cuanto a los que fueron depositarios de la ley sacerdotal, tenían el derecho a
consultar al Señor y aplicar el Efod, siendo el Señor el único que respondía; pero, al debilitarse estos privilegios por las iniquidades de los sacerdotes y al no haber tenido el reino profético más que un tiempo, las naciones de la tierra se han dejado engullir en las tinieblas y en las abominaciones pitónicas.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .