La mente no es nada más que un instrumento, lo mismo que lo son tus

manos o tus pies. Tú diriges tus pies; tus piernas se mueven. Cuando les dices, "¡Parad!", se paran. Tú eres el amo. Si quiero mover mi mano, la muevo. Si no quiero moverla, no la muevo. La mano no puede decirme, "Ahora quiero que me¬ muevas". La mano no puede decirme, "Ahora me moveré hagas lo que hagas. No voy a escucharte". Y si mi mano se empieza a mover a pesar mío, entonces habrá un caos en el cuerpo. Lo mismo ha sucedido con la mente.

Osho . Yoga: La Ciencia Del Alma Vol 1 .

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