Y cuando esta luz se mueve dentro de ti, el cuerpo se vuelve un
sirviente, los sentidos se vuelven criados obedientes; no necesitas tratar de controlarlos. Te siguen por voluntad propia. Ésta es la belleza del Tao: nunca impone nada, no quiere cultivar ningún carácter. Dice: simplemente, llénate de luz y todo lo demás vendrá solo.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .