Convendrá estudiar sucesivamente en sus operaciones estas tres clases de energía para comprender las tres
clases de efectos que respectivamente producen, si queremos cargo del papel que cada una de esas categorías de fuerzas desempeña en las complejas combinaciones que ponemos en juego, y cuyo conjunto podemos llamar “nuestro Karma”. Cuando el hombre, adelantándose a sus semejantes, logra más elevados, llega a ser un centro de elevadas fuerzas; pero por ahora podemos prescindir de estas fuerzas de orden espiritual y limitarnos a la humanidad vulgar que efectúa su ciclo de reencarnación en los tres mundos.
Annie Besant . La sabiduría antigua .