Cuando se deja obrar a la Naturaleza por sí sola, el proceso es lento, aun

cuando los espíritus de la Naturaleza hacen mucho en la diferenciación de las especies; pero una vez el hombre se ha desarrollado y principia con sus sistemas artificiales de cultivo a ayudar el funcionamiento de una serie de fuerzas e impedir el de otras, entonces esta diferenciación puede efectuarse con rapidez considerable y pronto se desenvuelven las diferencias específicas. Mientras que la división efectiva no tiene efecto en el alma monádica de grupo la sujeción de la forma a las mismas influencias puede volver a destruir la tendencia separatista; pero completada ya la división, las nuevas especies quedan definida y firmemente establecidas y prontas a echar retoños propios.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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