Nos gustaría no tener necesidad de reforzar todos estos grandes principios con demostraciones razonadas de

la naturaleza espiritual del hombre y de la divinidad de su origen, ya que estas pruebas están depositadas en otros escri- tos; pero, si no se han digerido con el cuidado suficiente para eliminar todas las dudas, de nada serviría querer seguirnos en este momento: creemos que debemos detenernos un poco en estos elementos que no son nada más que minúsculos preliminares de los conocimientos que se nos han reservado, ya que tendremos que exponer verdades de un rango diferente.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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