Percibiendo el entendimiento mediante el oído lo que pronuncia el afato, duda si es discurso
verdadero o no, y volviendo a descender a la vista, oído e imaginación, vuelve a hallar que éstos no pueden ascender a tener por objeto la ente metafísico ni a darle noticia alguna de él; pero al mismo tiempo halla también que no se la pueden dar ni informarle de nada en contrario, ni que repugne a lo que el afato ha proferido; en lo que conoce que el afato ha dicho la verdad, y de ella saca el entendimiento especies abstractas del ente metafísico, con las cuales le conoce y hace de él real ciencia.
Ramón Llul . El Libro Del Ascenso Y Descenso Del Entendimiento .