Ahora, en esa roca, un lagarto ha llegado para calentarse muy cerca de nosotros. Uno

puede ver sus negros ojos, su lomo escamoso y la larga cola; está muy quieto, inmóvil. El sol ha calentado mucho esa roca; y el lagarto, habiendo salido de su fría noche para calentarse, está aguardando que venga alguna mosca o un insecto medirá la distancia y lo atrapará con un chasquido.

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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