Condenado por ti mismo a vivir durante los venideros Kalpas, inadvertido para el hombre y

sin que te lo agradezcan; incrustado a guisa de piedra entre las otras innumerables piedras que forman el «Muro protector», tal es tu porvenir si pasas por la séptima puerta. Construido por las manos de numerosos Maestros de Compasión, levantado con sus tormentos, cimentado con su sangre, protege a la humanidad desde que el hombre es hombre, protegiéndola contra nuevas miserias y sufrimientos mucho mayores.

H.P. Blavatsky . La voz del silencio .

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