Preséntate, pues, con la misma segundad en las regiones elementales. Deberás esperar a que la

virtud que lleva consigo el arca santa haga que se separen las aguas delante de ti, para poder pasarlas sin peligro; a que haga que se convierta el rocío en maná saludable para alimentarte en tus necesidades; a que haga que mane agua de las rocas, para apagar tu sed, y a que haga que caiga el fuego del cielo sobre tus enemigos.

Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .

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