Debes hallarte preparado para responder al Dharma, la ley inflexible, cuya voz te preguntará al

dar tu primer paso, tu paso inicial: «¿Te has conformado con todas las reglas, oh tú de esperanzas sublimes?» «¿Has puesto a tono tu corazón y tu mente, con la gran mente y el corazón de la humanidad entera? Porque así como en la rugiente voz del Río sagrado resuenan a manera de ecos los sonidos todos de la Naturaleza, así también el corazón de aquel que pretenda entrar en la corriente, debe vibrar respondiendo a cada suspiro y pensamiento de todo cuanto vive y alienta. ».

H.P. Blavatsky . La voz del silencio .

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