Cuando este alma simple y amorosa haya sido preparada así, por la influencia y las
palabras de los precursores, el hombre nuevo se manifestará personalmente a ella y, llamándola por su nombre, le comunicará bastante de su propia luz, para que ella lo reconozca y le diga: Rabboni, maestro. Este alma simple es la que, con sus compañeros, irá a anunciar a los discípulos la resurrección de este hombre nuevo y los preparará, a su vez, para soportar el aspecto de su gloria y las maravillas de su poder, porque, después de resucitar del espíritu, su acción se ha dilatado y ha adquirido la facultad de no manifestarse nada más que mediante prodigios.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .