El intelecto es consciente de este temor pero no hace nada al respecto, y así

construye una sociedad, una iglesia, donde este temor con sus múltiples escapes se alimenta y sostiene. El temor no puede ser vencido por el pensamiento porque es el pensamiento el que ha engendrado el temor. Sólo cuando el pensamiento se halla en silencio, hay posibilidad de que el temor llegue a su fin. El hombre competidor que tiene poder, obviamente carece de amor aunque pueda tener una familia e hijos a los que afirma amar.

Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .

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