Se dice que los perfumes sintéticos no pueden ser empleados en el trabajo práctico. Nuestra

experiencia personal no es de ese parecer, si la esencia empleada en su manufactura es de buena calidad. Hay buenos perfumes sintéticos que no pueden ser diferenciados de los naturales, si no es por el análisis químico. Si el efecto deseado se produce, la naturaleza química no tiene importancia, pues el valor de los perfumes es psicológico; su acción se ejerce sobre el operador y no sobre el poder invocado. La misma observación se aplica a las piedras preciosas, annque esto parezca una herejía. Lo que se necesita es una piedra de color deseado; que sea un rubí de esta o aquella clase, no significa ninguna diferencia, a no ser en la cuenta bancaria. Que este hécho era bien conocido por los antiguos, lo atestiguan sus listas de piedras preciosas consagradas a las diferentes deidades, donde siempre figuran diversas clases de piedras. Crowley, por ejemplo, en su "'777" cita las perlas, las piedras lunares, el cristal y el cuarzo como consagradas a la Luna, y el rubí y toda piedra roja, a Marte.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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