No importa cuál sea el problema a solucionar, no hay sino un solo Poder, una
Presencia y una Inteligencia que pueda resolverlo. Ese es el reconocimiento de la Presencia de Dios, contra la cual no puede interferir ninguna actividad exterior, a menos que la atención se separe consciente o inconscientemente de este reconocimiento y aceptación del Poder Supremo de Dios.
Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .