Obsérvense a sí mismos y verán cómo luchan de la mañana a la noche, y

cómo la energía de que disponen se desgasta en esta lucha. Si uno meramente trata de explicar por qué lucha, se pierde en explicaciones y la lucha continúa; mientras que si observa su mente en silencio, sin dar explicaciones, si sólo deja que la mente se percate de sus propias luchas, uno pronto descubrirá que llega un estado en que no hay lucha en absoluto, sino una asombrosa percepción alerta. En ese estado de percepción alerta no hay sentido alguno de lo superior y lo inferior, no existe el gran hombre y el hombre pequeño, no existe el gurú. Todos esos absurdos han desaparecido porque la mente esta por completo despierta; y la mente que está por completo despierta es alegre, feliz.

Jiddu Krishnamurti . El Proposito de la Educacion .

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