El hombre no debería, por tanto, extrañarse de ver lo que se dice en la
revelación del reparador (Mat. 11; 12. 13): Ahora bien, desde los tiempos de Juan el Bautista hasta nuestros días, el reino de los cielos se toma con violencia v los violentos lo acaparan. Pues, hasta Juan, todos los profetas y la ley han profetizado. El hombre sentiría, al mismo tiempo, todo el precio de esta revelación del reparador, es decir, de la obra que ha venido a realizar para liberar nuestra palabra, ya que solamente por esta revelación del reparador y por las virtudes de su obra podemos esperar llegar cada uno a nuestra revelación particular o al nacimiento de nuestro hombre nuevo, que es el único que puede ponernos en situación de tomar en lo sucesivo el cielo por la violencia, en vez de tener que esperar, como antes, que se nos diese, a menos que perteneciésemos a la clase de los seres privilegiados.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .