Sabéis lo que dijo el reparador a los que esperaban ser reconocidos como hijos de
Dios por haber curado enfermos y expulsado demonios en su nombre. Les dijo: el Señor contestará idos, no os he conocido nunca. Efectivamente, el hombre nuevo os enseñará que estas obras equivalen a los derechos de vuestro ser y que no son el objeto principal de vuestro renacimiento. Los judíos no tenían exorcistas y, a pesar de eso, ¿no han sido tratados con cólera? Sí, estas obras están tan relacionadas con los derechos de vuestro ser que se os reco- mienda que os purifiquéis de vuestros pecados. Pero esta purificación sólo puede realizarse expulsando de vosotros al enemigo, que es el príncipe de la iniquidad y de la deshonra y, cuando hayáis logrado echarlo de vosotros por completo, ¿no tendréis, como algo natural de vuestra esencia pura, la facultad de echarlo de los demás?».
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .