En el mismo momento en que tú expresas «YO SOY la Resurrección y la Vida»,

inmediatamente surge toda la energía de tu ser hacia el centro de tu cerebro, que es la fuente del ser individualizado. Yo no podré jamás ponderar demasiado el poder de esta afirmación. No hay límites para lo que puedes hacer con ella. Fue la que usó Jesús en sus más grandes pruebas. Debes saber que cuando tú decretas algo constructivo, es Dios el que te está impulsando a actuar. Es lo más tonto del mundo preguntar: «¿Y tú has comprobado esto en tu propia experiencia?» porque cada individuo tiene que comprobarlo por él mismo, o no le significará nada hasta que él mismo haga la prueba.

Saint Germain . El Libro de Oro de Saint Germain .

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