DIONISIO / BACO: Era el dios del vino y la vegetación, el cual enseñó a
los mortales cómo cultivar la vid y cómo hacer vino. Era bueno y amable con quienes lo honraban, pero llevaba la locura y la destrucción a quienes lo despreciaban a él o a los rituales orgiásticos de su culto. Sus padres fueron ZEUS y Sémele. HERA, la celosa mujer de ZEUS, cuando se dio cuenta de que su marido estaba locamente enamorado de la princesa tebana, engañó a Sémele diciéndole que le pidiera a ZEUS que se mostrara en su divina majestad. Obligado por la promesa hecha a Sémele de concederle sus deseos, ZEUS se apareció ante la desdichada mujer en la plenitud de su gloria divina. Cuando ella se acercó a él, acabó carbonizada por los rayos de luz que el dios irradiaba pero cuando Dionisio nació, la rescató del HADES y la trasladó al Olimpo. De acuerdo con la tradición, Dionisio moría cada invierno y renacía en la primavera lo que constituía un símbolo de la reencarnación de los muertos. Se casó con Ariadna, hija de Minos, rey de Creta, a quien Teseo, su esposo, había abandonado, aunque también intentó conquistar a Erigona. Dionisio era de natural benevolente aunque resultó muy duro con todos aquellos, que, como Las Mineidas o Licurgo, se negaron a reconocerlo por dios o fueron ingratos a sus beneficios. En su honor se celebraban muchos ritos cada vez que renacía, lo que sirvió de impulso al desarrollo de la dramaturgia griega. Se le suele caracterizar de dos maneras: una como dios de la vegetación, específicamente de los frutos de los árboles, que aparece representado a menudo en los vasos áticos con un cuerno con bebida y racimos de uvas. La segunda caracterización del dios apunta a los misterios de una divinidad que inspiraba cultos orgiásticos, de los que son ejemplo las ménades o bacantes. Este grupo de mujeres abandonaba el hogar y vagaba por el desierto entrando en un estado de éxtasis en su devoción al dios. Vestían pieles de cervatillo y se creía que poseían poderes ocultos. Dionisio iba vestido con pieles de leopardo y solía llevar consigo copas de vino de las que obtenía la jovialidad que le caracteriza.
Mitología Griega .