Sólo podréis gozar de aquel fulgor, de aquella energía, de aquella delectación si escucháis la

Voz y no aceptáis ciegamente la autoridad y la tradición ajenas, de las cuales habéis de prescindir. Dicho de otro modo, habéis de ser vuestro propio legislador y vivir de conformidad con vuestras ideas e intuiciones que son el resultado de la experiencias de ésta y otras vidas. Sólo hay una ley, sólo un Nirvana, sólo un Reino de la Felicidad, sólo una Esencia; y si comprendáis esto cumplidamente actuaréis de conformidad con esta comprensión. Cuanto más adelantéis y más penséis y más sufráis, más cerca llegaréis de esta Esencia, de esta Unidad, de esta eterna Verdad. Estaréis propensos a dudar, a discutir, a una gran agitación interior hasta que por vosotros mismos escuchéis y adquiráis esta verdad.

Jiddu Krishnamurti . El Reino de la Felicidad .

Índice