El primer supuesto se basa en la ley de analogías de los ciclos dentro de

los ciclos, y de la reproductibilidad de las partes respecto del todo. Principio universal que puede aplicarse a cualquier cosa o ente existente. El segundo supuesto se fundamenta en que las correspondencias simbólicas que presiden las regencias planetarias se basan en la naturaleza específica y propia de casa planeta, como personajes bien definidos de un guión. El primer supuesto nos habla de la línea evolutiva de los 12 signos como un todo integrado y global que tiene un origen, Aries, y un final Piscis, y entre cuyos extremos se desarrolla el camino de los demás signos de forma ordenada y consecuente. Y que además, por la ley de correspondencias, tal desarrollo dodecanónico, puede aplicarse a cualquier manifestación de lo existente, ya que la simbología, como el sistema métrico decimal o cualquier idioma o lenguaje no es más que un conjunto de códigos de que nos valemos para expresarnos; el código del 12, o ciclo zodiacal, se emplea para traducir la ley de correspondencias al plano de la vida y modelos de comportamiento humanos. Por lo tanto podemos analizar cada uno de los sistemas u aparatos del cuerpo humano como un todo, a pesar de que exprese en si mismo una función específica y por tanto atribuible a una particular regencia plane¬taria. Por ejemplo, aunque el aparato digestivo pueda estar regido principalmente por la Luna, en su función básica de nutrición, tenemos que cada una de sus partes vendrán regidas por otros tantos signos zodiacales. O mejor dicho, más que sus partes, las distintas etapas en las que puede dividirse su función fundamental. Así, el primer ataque de los alimentos por medio de la digestión bucal, con sus fermentos y acto de masticar correspondería a una función de inicio típicamente ariana, no solo porque es la primera función que sufre el alimento sino por la presencia de los fermentos, típicamente marcianos, y por la acción de cortar y triturar de los dientes, aunque estos vengas regidos básicamente por Saturno. Seguiría con la formación del bolo alimenticio, aglomeración integral de sustancias primarias, no procesadas aún, y que puede contener elementos alimenticios o no, y por lo tanto podría corresponder a una regencia de Tauro, en su aspecto de masa primaria integral que es la base natural donde irán a profundizar los agentes transformadores (por oposición escorpiniana), y además presenta connotaciones estéticas, ya que gracias al ataque bucal podemos captar el gusto y aroma de los alimentos y por lo tanto cargarnos de ese tipo de energía pránica. En fin, seguiríamos por la transmisión geminiana a través del esófago, hasta llegar a la cavidad del estómago, típicamente de cáncer, etc., hasta que por último cuando han terminado todos los procesos de refinación y selección, y las sustancias han sido depuradas para que el cuerpo pueda asimilarlas pasan a través de las paredes del intestino en un sutil proceso de difusión osmótica, que nos recuerda muy bien resonancias piscianas. De modo que a la vista de la carta natal de nuestro paciente si intentamos hacer un primer diagnóstico de las causas reales de problemas digestivos que padece, y nos damos cuenta de que hay conflictos regidos por el signo de Aries (ya sea en este signo o por causa de su regente Marte, ya sea como signo del ASC o de VI o XII), podría invitarnos a sospechar que la causa profunda de que la persona padezca malas digestiones subyace en una deficiente digestión bucal. La naturaleza específica de los aspectos nos indicaría de qué tipo es esa deficiencia, un Marte afligido nos indicaría debilidad en la secreción de los fermentos, una cuadratura Marte/Mercurio nos indicaría precipitación al masticar y no dar tiempo a una completa digestión bucal, por ejemplo de los hidratos de carbono, etc. Para seguir con ejemplos, si detectamos aflicciones en o regidas por el signo de Leo, entonces tendríamos que focalizar nuestra atención en el Plexo Solar y en su complejo transporte de emociones que genera al estar ubicado a medio camino entre el tercer y cuarto chakra. Si el estómago como cavidad o cuna donde se reciben los alimentos que han de procesarse viene regido por Cáncer, el Plexo, centro neurálgico de las emociones provocadas por lo cotidiano, enfrentadas entre nuestra necesidad de lucha por la vida y nuestra capacidad de amarla, viene regido por Leo como centro de síntesis, y al mismo tiempo como puente en el proceso digestivo, que marca el paso del estómago al intestino, de Cáncer a Virgo, o mejor dicho el difícil proceso de la digestión estomacal para pasar al duodeno, sufre fuertemente la influencia de los estados emotivos centrados en el plexo. De ahí la gran importancia que tienen las emociones en la digestión. Y así en adelante. Otro ejemplo de etapas cíclicas de una función fisiológica nos lo podría dar el sistema circulatorio, para lo cual tendríamos que empezar por considerar cual es el inicio del proceso circulatorio, que ciertamente no es el corazón, ya que este simplemente es el centro de bombeo de la sangre. En efecto, este sistema anatómico nos proporciona una imagen muy clara del carácter cíclico de los 12 signos zodiacales, según el cual un ciclo sucede al otro, es decir Piscis de un ciclo da paso a Aries del siguiente. Así, los haces capilares en sus extremos terminales donde el intercambio entre la sangre arterial y la venosa se produce por difusión, vendrían regidos claramente por Piscis, para dar paso en los haces pulmonares al inicio de la sangre nueva, donde identificaríamos la regencia de Aries, etc. Así, en los haces pulmonares la sangre se renueva, empieza pues un nuevo ciclo, etc. De los ejemplos anteriores y del análisis que podríamos hacer del resto se infiere que en la práctica las regencias anatómicas tradicionales corresponden con la realidad, pero no es suficiente, podemos profundizar mucho más. Por ejemplo es muy corriente que en las personas de fuerte personalidad capricorniana padezcan de las rodillas, pero no sólo padecen de las rodillas. Podríamos decir que ahí tienen la expresión de su punto más débil, pero el resto de la carta nos da la clave para diagnosticar el cuadro completo de dolencias. Y así con todos los signos.

Astrología y Medicina .

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