Hay otra consideración respecto de la memoria, que merece estudiarse. La de los sucesos pasados,
permanece como hemos dicho, únicamente en el Pensador; pero los resultados de estos sucesos, convertidos en facultades, se hallan al servicio del hombre encarnado. Si el total de estos sucesos pasados se lanza dentro del cerebro físico, como una vasta masa de experiencias sin orden ni arreglo, el hombre no podría guiarse por al manifestación del pasado ni utilizarlo para su ayuda presente. Obligado a escoger entre dos tendencias de acción, tendría que elegir sucesos similares en carácter, entre los desordenados hechos de su pasado, ver cuáles fueron sus resultados, y después de un estudio largo y penoso, llegar a alguna conclusión que probablemente sería viciosa por no haber tenido en cuenta algún factor importante que se recordó tiempo después de haber pasado el momento de la decisión. Todos los sucesos, triviales o importantes de algunos cientos de vidas, formarían más bien una masa caótica de referencia que no fuera posible manejar en el momento en que se requiriese una pronta decisión. El plan mucho más eficaz de la Naturaleza, deja al Pensador la memoria de los sucesos, provee un largo período de existencia desencarnada para el cuerpo mental, durante el cual todos los sucesos pueden compararse sinópticamente y clasificar sus resultados. Luego estos resultados se cambian en facultades, y éstas forman el cuerpo metal siguiente del Pensador. De esta suerte, las facultades acrecentadas y mejorada, se hallan dispuestas para le empleo inmediato, y existiendo en ellas los resultados del pasado, puede llegarse a una decisión inmediata de acuerdo con tales resultados. El golpe de vista claro y rápido y el pronto juicio no son más que la expresión de la experiencia pasada, moldeada en una forma efectiva de empleo; son, seguramente, instrumentos mucho más útiles que lo fuera una masa de experiencias no asimiladas, de entre las cuales tendrían que elegirse y compararse las más salientes, y de la que habrían de hacerse deducciones cada vez que se necesitase tomar una resolución.
Annie Besant . La sabiduría antigua .