El perfeccionismo es el origen de todas las neurosis. A menos que la humanidad se
olvide de la idea de la perfección, nunca estará cuerda. La idea misma de la perfección ha llevado a la humanidad entera a la locura. Pensar en términos de perfección significa pensar en términos de ideología, objetivos, lo que debería y no debería hacerse. Tienes que seguir un modelo y si no lo consigues te sentirás terriblemente culpable, pecador. Y el modelo tendrá tales características que nunca podrás seguirlo. Si lo consigues, no tendrá gran valor para el ego. De modo que la característica intrínseca del ideal perfeccionista consiste en que no puede alcanzarse, y solo así vale la pena alcanzarlo. ¿Comprendes la contradicción? Y esa contradicción provoca esquizofrenia: intentas hacer lo imposible, algo que sabes perfectamente que no va a ocurrir, que no va a ocurrir por la naturaleza misma de las cosas. Si pudiera ocurrir no sería tal perfección; cualquiera podría hacerlo. Entonces el ego no encuentra mucho de lo que alimentarse, no tiene nada que le sirva para crecer. El ego necesita lo imposible, y por su propia naturaleza, lo imposible no ocurre. De modo que solo quedan dos alternativas. Una, que empieces a sentirte culpable. Si eres inocente, sencillo, inteligente, empezarás a sentirte culpable, y la culpa es un estado enfermizo. Yo no estoy aquí para contribuir a ese sentimiento de culpa. Aúno todos mis esfuerzos para ayudarte a que te libres de toda culpa. En cuanto te libras de ella, estalla el júbilo. Y la culpa tiene su origen en la idea de la perfección. La segunda alternativa consiste en lo siguiente: si eres astuto, te volverás hipócrita, empezarás a fingir que lo has conseguido. Engañarás a otros e incluso intentarás engañarte a ti mismo. Empezarás a vivir en medio de espejismos, de alucinaciones, y eso es sumamente pecaminoso, irreligioso, pernicioso.
Osho . El libro del ego .