Uno raramente veía las serpientes pero había muchas, tanto de las inofensivas como de las
variedades más peligrosas. Un día, mientras paseábamos, vimos una serpiente sobre un pequeño montículo hecho por las hormigas. Subimos hasta acercarnos mucho a ella, como a un par de pies de distancia. Era grande, larga, brillante a la luz del atardecer, y su negra lengua se proyectaba de atrás para adelante. Unos labriegos que pasaban dijeron que se trataba de una cobra y que debíamos alejarnos de ella.
Jiddu Krishnamurti . Encuentro Con la Vida .