La acción del pensamiento impuro y malo está regida por las mismas leyes. El hombre
bastante insensato para permitirse pensar en otro, con odio o envidia, emite vibraciones que tienden a provocar en este último pensamientos semejantes; asimismo, si una persona es ajena a todo sentimiento de odio y está, por consiguiente, en la imposibilidad de compartir semejante pensamiento dirigido hacia ella, la vibración de este pensamiento hará nacer, sin embargo, en ella, un sentimiento análogo hacia una persona cualquiera.
C. W. Leadbeater . El Pensamiento su Poder Y Su Empleo .