Muchos estudiantes que ignoran estas operaciones sutilísimas, se preparan un lugar en el cuarto cielo,

mientras en el mundo terrestre meditan con verdadera devoción las páginas de cualquier maestro genial, las enseñanzas de cualquier alma elevada. Forman así, sin saberlo, un lazo entre ellas y el maestro que aman y veneran; y en el mundo celeste se manifestará este lazo del alma, atrayendo a una mutua comunión a las almas que une entre sí.

Annie Besant . La sabiduría antigua .

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