Tiphareth es el punto funcional de la segunda Tríada del Árbol, cuyos dos ángulos básicos

consisten en Gueburah y Guedulah (o Kjesed). Esta Segunda Tríada, emanada de la primera formada por los tres Sephiroth Superiores, forma la individualidad evolutiva, o alma espiritual. Es ella la que perdura y se repite a través de una evolución; es de ella que emanan las personalidades sucesivas, o encarnaciones; es ella quien almacena la esencia activa de la experiencia, al fin de cada encarnación, cuando la unidad encarnada vuelve al polvo, al éter. Esta segunda Tríada es la que forma el Alma Superior, el Yo Superior, el Santo Ángel Guardián, el Primer Iniciador. Es la voz del Yo Superior que percibe el oído interior y no la voz de los desencarnados ni de Dios, como imaginan los que ignoran la verdadera Tradición. Guiada por la Segunda Triada, la Tercera construye con los materiales que le ofrece la experiencia de la encarnación, con Malkuth como vehículo físico. La conciencia cerebral pertenece a Malkuth, y es la única de que dispondremos mientras estemos aprisionados por su vehículos. Pero las puertas de Malkuth no permanecen rigurosamente cerradas, y en la actualidad son muchos los que pueden entrever la fantasmagoría del plan astral y experimentar la conciencia psíquica de Yesod. Cuando se la logra libremente, se abre la ruta hacia un psiquismo más elevado, la clarividencia auténtica, que constituye la heredad de la conciencia de Tiphareth. De consiguiente, nuestra primera experiencia de psiquismo superior, en general, se realiza para comenzar, en términos de psiquismo inferior, porque recién entonces nos hemos librado apenas de Malkuth y comenzamos a mirar hacia el Sol de Tiphareth, desde la Esfera lunar de Yesod. Escuchamos voces en el oído interior y vemos visiones con la vista interior, pero todas ellas difieren de la conciencia psíquica ordinaria, en el hecho de que no son las representaciones directas de formas astrales, sino los signos simbólicos de hechos espirituales expresados en términos de conciencia astral. Esto es una función normal del subconsciente, y es de capital importancia comprenderlo debidamente, porque los equívocos a este respecto producen graves problemas, y pueden hasta desorganizar el equilibrio mental.

Dion Fortune . La Cabala Mistica .

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