Mirad, vivir con algo significa amarlo. Cuando amáis a alguien, queréis vivir con esa persona,

estar con ella, ¿no es así? De la misma manera puede uno vivir con el dolor, no púdicamente, sino viendo todo su cuadro, sin tratar nunca de eludirlo, sino sintiendo su fuerza, su intensidad, y también su completa superficialidad, lo que significa que no podéis hacer nada con respecto a él. Después de todo, no queréis hacer nada respecto de aquello que os da intenso placer; no queréis cambiarlo, queréis dejarlo fluir. De la misma manera, vivir con el dolor significa, realmente, amar el dolor, y eso requiere mucha energía, mucha comprensión; significa vigilar continuamente para ver si la mente está escapando del hecho. Es terriblemente fácil escapar; puede uno tomar una droga, tomar una bebida, encender la radio, tomar un libro, charlar, etc. Pero vivir con algo enteramente, de manera total, tanto si es placer como si es dolor, requiere una mente que esté intensamente alerta. Y cuando la mente está tan alerta, crea su propia acción; o más bien, la acción viene del hecho y la mente no tiene que hacer nada con respecto a él.

Jiddu Krishnamurti . El Estado Creativo de la Mente .

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