Ahora bien: El acatamiento a las ideas y a la conducta de un Maestro, no

equivale a una adhesión pasiva e incondicional que implique la anulación de las propias facultades de pensar y de sentir. No; todo lo que vaya contra nuestra razón y contra nuestro sentimiento, debe ser objeto de interrogación y análisis, por muy directamente que proceda del ' Maestro. Repitamos que el Maestro es un "educador", pero no un mero instructor; y digamos también que, todo aporte de conocimiento que proceda del Maestro tiene que transformarse en vivencia para que tenga eficacia espiritual en el discípulo. Hay que ungir las ideas con el calor del sentimiento.

Eduardo Alfonso . La iniciación .

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