No tengo la intención de dar la solución del problema sexual. La humanidad lo resolverá

inevitablemente a medida que transcurran los eones y el instinto de rebaño dé lugar a las actitudes premeditadas y autoconscientes del aspirante y del intelectual. Sin embargo quiero recordarles que el instinto de rebaño, en relación con el sexo, tiene sus bases tanto en el deseo instintivo animal, natural y normal, como en las actitudes emocionales, y de todas ellas la peor es esta última categoría, pues lleva consigo profundamente arraigadas las simientes de las dificultades. Abarcan desde la etapa del amor libre y la promiscuidad general, hasta la estrecha ortodoxia, y también el fanático punto de vista cristiano tal como se lo comprende normalmente, pero no en el sentido en que el Cristo consideraba la vida. Este estrecho punto de vista y la normal actitud anglosajona (resultado de la enseñanza de la Edad Media) consideran al sexo inusitadamente pecaminoso y siempre indeseable, como algo que debe ser soportado y sometido, dominado y mantenido secretamente en el fondo de la conciencia cristiana, donde se oculta como un misterio lascivo. Esto se debe también a la influencia ejercida por San Pablo, pero no a la enseñanza del Cristo. De estas actitudes ha surgido una violenta reacción, que hoy se halla en su apogeo, siendo a su vez indeseable y peligrosa como lo son todas las reacciones violentas, pues tan falsa es una como otra; en el centro de la balanza o eje de la rueda, es donde puede observarse correctamente la verdadera perspectiva y la acción indicada. Cuando la relación básica sexual sea finalmente establecida, y el cuerpo y el alma (negativo y positivo) estén permanentemente relacionados en las vidas de los aspirantes del mundo, entonces veremos la enseñanza sobre el tema del sexo físico correctamente dirigida en el mundo. Esta enseñanza vendrá por la fusión y síntesis de los mejores puntos de vista de los instructores espiritualmente orientados, en ambos hemisferios, incorporando la experiencia de Oriente y Occidente, y también el acercamiento del místico y del científico a un misterio que es físico (que requiere comprensión científica) y místico (que demanda interpretación espiritual). Implicará la ayuda y las conclusiones de la profesión médica, a fin de dar la inteligente necesaria instrucción física y la ayuda del conocimiento cultural de los yoguis de la India, en conexión con la energía que fluye a través de los centros, en este caso el sacro. Finalmente, por medio de la actividad inteligente de los hombres del mundo, orientados legal y jurídicamente, terminará la búsqueda de un equilibrado y deseable punto de vista. Por los innumerables experimentos sexuales que se llevan a cabo hoy, la generación próxima llegará a un punto de equilibrio y, como consecuencia, se inclinarán los platillos hacia la dirección deseada y deseable. Sobre esto no hay duda alguna; únicamente falta determinar el momento, y éste será determinado astrológicamente. Por medio de las mentes jurídicas y de la correcta legislación, el sexo será oportunamente considerado como una función correcta y divina, que estará salvaguardado por la educación adecuada de los jóvenes y de los ignorantes, y por medio de la correcta acción de la juventud y la emergente generación altamente inteligente -los niños de hoy.

Alice A. Bailey . El Sexo .

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