Hay un colibrí que va de flor en flor, ¡un resplandor intenso en esta quieta

luz, con tanta vitalidad en esa pequeñita criatura! La rapidez de las alas y el ritmo tan fantástico y constante; parece capaz de moverse hacia adelante y hacia atrás. Es algo maravilloso observarlo, sentir la delicadeza, el color brillante, y sorprenderse de esa belleza tan diminuta, tan veloz y que tan rápidamente ha desaparecido... Y hay un sinsonte sobre el cable telefónico. Otro pájaro está posado en la copa de aquel árbol y desde allí examina todo el mundo. Ha estado sin moverse de ahí por más de media hora, pero vigilando, moviendo su cabecita para advertir el más mínimo peligro. Y ahora también ha desaparecido. Las nubes están comenzando a alejarse, ¡y qué verdes se ven los cerros!.

Jiddu Krishnamurti . El Último Diario .

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