En la Summa Perfectionis, una obra alquímica del siglo xiv, puede leerse que «lo que

la Naturaleza no puede perfeccionar en un largo espacio de tiempo, nosotros lo acabamos en breve lapso, con nuestro arte». La misma idea queda claramente expuesta por Ben Johnson en su obra El Alquimista (acto II, escena II). Uno de los personajes, Surly, vacila en compartir la opinión alquímica según la cual el crecimiento de los minerales sería comparable a la embriología animal, y según la cual, a imagen del polluelo que sale del huevo, cualquier metal acabaría por convertirse en oro gracias a la lenta maduración que se opera en las entrañas de la tierra. Porque, dice Surly, «el huevo está ordenado a tal fin por la Naturaleza, y en él existe un pollo in potentia». Y Subtle, otro personaje, aclara: «Lo mismo decimos del plomo y otros metales, que serían oro si se les diese tiempo para ello.» Otro de los personajes, Mammón, agrega a su vez: «Y eso es lo que nuestro Arte realiza.».

Mircea Eliade . Herreros y alquimistas .

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