Esta virtud que lleva consigo el arca santa te hará entrar en las asociaciones de
los patriarcas y de los profetas, para que eleves tu pensamiento hasta las regiones divinas, superiores a esas regiones imaginarias que te ves obligado a recorrer con tanto sacrificio. Te demostrarán con su ejemplo que la vida divina tiene como objeto animar tu alma y que es la morada más entrañable que puede tener. Lo verás por tus afectos particulares y también por la dulce paz y la seguridad celeste que verás que reina en toda su persona y comprenderás entonces que esta vida divina es nuestro verdadero elemento natural y que sólo en ella recibimos sin desorden, agitación ni trabajo, el maná verdadero que crea en nosotros la vida en toda su plenitud, al no tener que sufrir ninguna separación.
Louis-Claude de Saint Martin . El Hombre Nuevo .