¡Cuidado con ello, candidato! Precávete del pavor que va extendiéndose, a semejanza de

las negras y silenciosas alas del murciélago de la medianoche, entre el claro de luna de tu alma y tu grandiosa meta que allá en lontananza se vislumbra.

H.P. Blavatsky . La voz del silencio .

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