En ti hay tres tus: el primero, que es la personalidad. Este término procede del
griego persona. En la tragedia griega se utilizaban máscaras, y la voz salía de detrás de la máscara. Sona significa «voz», «sonido», y per, «a través de la máscara». No se conoce la cara real, quién es el actor. Está la máscara, y por ella sale la voz. Parece que viene de la máscara, y no se ve la cara real. La palabra «personalidad» es muy hermosa, y procede de la tragedia griega. Y eso es lo que ha ocurrido. En la tragedia griega solo había una máscara. Tú tienes muchas, una sobre otra, como las capas de una cebolla. Si te quitas una máscara tienes otra, y si te quitas esa tienes otra. Y si sigues escarbando, te sorprenderá cuántas caras llevas. ¡Un montón! Llevas varias vidas coleccionándolas, y todas te resultan útiles, porque tienes que cambiarlas muchas veces. Si hablas con tu criado no puedes ponerte la misma cara que cuando hablas con tu jefe. Y quizá estén los dos en la misma habitación, pero cuando miras al criado tienes que utilizar una máscara y otra cuando miras a tu jefe. Cambias continuamente. Se ha convertido en algo casi automático; no hace falta que tú cambies, se cambia por sí solo. Cuando miras a tu jefe sonríes. Después miras al criado, tu sonrisa desaparece y adoptas una expresión dura, tan dura como la que te muestra tu jefe. Cuando él mira a su jefe, sonríe. Puedes cambiar de cara muchas veces en cuestión de segundos. Hay que estar muy alerta para darse cuenta de las múltiples caras que tenemos: innumerables, incontables.
Osho . El libro del ego .