Dirigiendo nuestra atención hacia la India, por largo tiempo olvidada e ignorada por el lascivo,
egoísta, combatiente y comercializado mundo occidental, la encontramos repleta de una gran erudición referencte a estos hombres maravillosos, entre los cuales Noé, Abraham, Moisés y Salomón, son tan sólo ejemplos. Los habitantes de la India están preparados, por razón de su temperamento y su clima, para ser los conservadores de las joyas filosóficas, éticas y psíquicas que hubiéramos perdido para siempre, si las mismas hubieran sido abandonadas al saqueo de los Godos y de los Vándalos, como lo fueron las naciones occidentales en los tempranos días de sus luchas en pro de la cultura y de la civilización. Si los hombres que desenfrenadamente quemaron inmensos montones de tesoros históricos y etnológicos, encontrados por los esbirros de los soberanos católicos de España en la América Central y del Sur, hubieran logrado localizar los libros y los documentos escritos en hojas de palma en la India, antes de que el escudo protector de Inglaterra se levantase contra ellos, los hubieran destruído de la misma manera que arruinaron los anales de los Americanos, tal como sus predecesores intentaron hacer con la Biblioteca de Alejandría. Afortunadamente, los sucesos se desarrollaron de otra manera.
William Judge . El Oceano de la Teosofia .