Siempre que vea más potencial en ti te daré duro, porque ésa es la única
razón por la que estás aquí conmigo y yo estoy aquí contigo. Tengo que provocarte, hasta lo más hondo de ti, para que todo lo que está latente en ti pueda empezar a emerger, pueda empezar a elevarse a las alturas. Y tú no conoces tu potencial... Yo lo conozco. De modo que siempre que sea exigente contigo, ¡siéntete agradecido! Te sorprenderá saber que en los monasterios Zen, cada vez que el maestro pega a alguien en la cabeza con su báculo, la persona que recibe el golpe se inclina siete veces y toca los pies del maestro para darle las gracias. Y los discípulos esperan el momento en que recibirán un golpe, esperan que llegue el momento gozoso en que el maestro se molestará en pegarles en la cabeza con su báculo. Sueñan con ello, oran, confían en que algún día llegará ese momento dichoso. Recuerda: esto es una academia alquímica. No estás aquí solo para estar entretenido, sino para transformarte. Y la transformación es dolorosa, porque hay que desechar mucho de lo que es viejo, que se ha vuelto como tu piel: te arrancas la piel, y eso duele. Pero ésta es la única manera de hacer que recobres el juicio, ésta es la única manera de destruir tus amortiguadores, ésta es la única manera de destruir tu coraza, que te rodea y te mantiene cautivo. Poco a poco tu propia energía empezará a emerger; se abrirán tus ojos, tus oídos serán capaces de oír. Entonces Dios es de primera mano. Y ten siempre presente que solo una experiencia de primera mano de Dios es una experiencia verdadera. No lo decide la mayoría, no lo decide la tradición, no lo decide nada excepto tu propio encuentro energético con Dios.
Osho . El Secreto de los Secretos: Charlas sobre el secreto de la Flor Dorada .